El pasado viernes 10 de marzo, El ayuntamiento de La Cabrera, dio un “Homenaje” de despedida a José Mari, policía municipal jubilado recientemente, fue un acto muy sencillo y triste, un acto con poca difusión por no decir casi ninguna, un acto un tanto privado para una persona que ha tenido una trayectoria al servicio público.
No pondremos fotos del acto, pero si diremos que estamos muy agradecidos por todos los años que has dedicado al servicio y en defensa de los vecinos, y del ayuntamiento haciendo cumplir las ordenanzas municipales.
Una persona que dedicó 39 años al servicio a los demás, en la misma institución, ha de tener muchos momentos buenos y malos, muchos errores y aciertos, muchos acuerdos y desacuerdos, muchas discusiones para llegar a consensos, y muchos riesgos, para que un simple acto y una placa nos haga olvidar de un plumazo a José Mari.
Las instituciones tienen el deber de recordar la historia, mantener las tradiciones y plasmar la huella de todos aquellos cuyos trabajo ha consistido en ayudar a otros. Si se pone una placa en una plaza o un edificio singular el nombre de un Alcalde, por tan solo haber estado 4 años gobernado, y con esto no estamos proponiendo poner el nombre de José Mari a una calle, pero si exigimos al menos, un reconocimiento público por sus años de servicio.
No podemos conformarnos con una foto en Facebook o Instagram, o una nota en la pagina del ayuntamiento, no es una jubilación más, es alguien que forma parte de la historia de este pueblo, que conoce a todos y cada uno de nuestros vecinos, que ha vivido experiencias que puede compartir y que debería seguir ligado al Ayuntamiento en alguna función de voluntariado o como policía honorifico.
¡José Mari, gracias, gracias, gracias y desde aquí te decimos que queremos seguir contando contigo!