Han pasado cuatro meses y un agosto caluroso, dos fiestas patronales, tres plenos ordinarios y dos extraordinarios, parece que han pasado varios años, desde que comenzó esta legislatura y entramos a formar parte de este ayuntamiento. Somos oposición y políticos por primera vez, los tres de Participa La Cabrera, somos voluntarios, ninguno tenemos en La Cabrera ni oficio ni beneficio. Al otro lado de la mesa el equipo del Partido Popular, el más joven de los nuestros, era un niño cuando este partido político cogió las riendas del destino de este municipio, pero no toca hoy comparar lo que éramos con lo que somos ni lo que seríamos, porque toca centrarnos, en cuáles son nuestras posibilidades reales de llegar más allá de ser una oposición responsable.
En principio ninguno de los tres (Fernando, Esteban y Pedro), ni estamos ni hemos militando en un partido político, hemos utilizado el tiempo en otras actividades, hoy de repente nos encontramos en medio de un mundo nuevo, donde todo es imagen , postureo , ocupación de espacio del escenario y donde importa más el tono que lo que puedas decir.
Estamos en esa etapa de rodaje autodidacta, no tenemos un partido político que nos forme en este tipo de lucha, cuerpo a cuerpo en los plenos y guerra de guerrillas en los bares y supermercados. Ese concepto de comunicación informal, pero que cala en lo más profundo de la imagen, allí donde cualquier comentario, con o sin razón, llega más lejos que un bando o una noticia periodística del municipio.
Hemos preguntado, consultado, estudiado y aprendido muchos conceptos y nombres para parecer que tenemos el nivel político que nos permita hablar con propiedad. Hace cuatro meses no sabíamos que era una moción, ni siquiera el procedimiento para presentarla, tampoco sabíamos que podríamos hacer por el pueblo desde la oposición, nuestra preocupación era, no hacer el ridículo en los primeros compases.
Tenemos una posición esquinada entro del mapa político, nadie nos manda desde Madrid si tenemos que estar a favor o en contra de las privatizaciones, la sanidad, o los refugiados de la guerra Siria. Nadie nos indica que mociones tenemos que presentar o qué estrategia estaría en línea con la filosofía del partido a nivel nacional, ni podemos aspirar a un puestecito en el partido o que nos liberen para dedicarnos a la política municipal. No tener estos compromisos con nadie nos hace libres, no estamos condicionados, nadie más que los que nos han votado y los que pretendemos que nos voten, ósea los vecinos (empadronados) tienen la posibilidad de juzgar nuestro comportamiento y el cumplimiento de nuestros compromisos.
Esta libertad tiene algunos inconvenientes, no tenemos una estructura pagada por un partido político, ni un departamento jurídico donde pedir asesoramiento, ni siquiera un logo conocido, bueno tampoco secretaria ni sala de trabajo en el ayuntamiento. No tenemos dinero en la agrupación y si mandamos una carta pagamos el sello, incluso si la entregamos en mano, pagamos el papel.
No tenemos sueldo del ayuntamiento, no cobramos dietas o asistencias a los plenos, ni tampoco la gasolina o el transporte público, si nos desplazamos a una reunión, no tenemos gastos de representación. Total no tenemos ninguna dependencia, ni de nada ni de nadie.
Ninguno de los tres tenemos negocios, ni trabajo en La Cabrera, no tenemos fincas, incluso algunos viven en alquiler y todos vivíamos en otros sitios y libremente decidimos vivir aquí, hace muchos años. Total, no podemos obtener ningún beneficio por estar en política.
Con estas y otras carencias nos hemos sentado en la mesa donde se decide la política, la economía, los impuestos, la seguridad de los vecinos, etc. Allí donde pasa y se conoce todo lo que ocurre, el mayor centro de información y cotilleo. El único entorno real y verídico, un lugar donde detrás de cada información hay un documento o papel, eso que se llama soporte documental y que suministra la información necesaria para utilizarlo a favor o en contra.
Pues sí, aquí estamos, ni somos del PP, ni del Psoe, IU, ni tampoco de Podemos, esto que parece un problema terminará siendo una ventaja, nuestra indefinición política nos dejará espacio para pensar en los problemas que arrastramos.
Y ahora que? Ahora tenemos que empezar a demostrar que hay otras formas de gestión, de tomar las decisiones, o simplemente de hacer partícipes a quienes las sufren, nuestro campo es la gestión, la utilización de recursos, el modelo empresarial y según vaya pasando el tiempo, saldrán a la luz más carencias políticas nuestras y muchas carencias de conocimientos de gestión en el equipo de gobierno actual.
Participa la Cabrera tiene el reto de control y fiscalización del gobierno local , será curioso ver cómo se comporta el Partido Popular con una oposición diferente a todas las anteriores , sin cauces establecidos, sin manchas políticas anteriores y eminentemente técnica y profesional. Una oposición que no necesita de la información del ayuntamiento porque conoce las fuentes oficiales, que su puesto de trabajo no depende del estamento público ni de los amigos del partido. Pronto se darán cuenta de que el tratamiento que nos apliquen no podrá ser el mismo que aplicaron a la oposición (Psoe) durante décadas, no aceptar un gobierno compartido en el mismo momento de la investidura fue un error por su parte, teniendo en cuenta la mayoría absoluta y nuestra falta de experiencia hoy estaríamos entretenidos en preparar la cabalgata de reyes y la fiesta de disfraces. No darnos una oficina en el ayuntamiento ha sido otro error, no saben qué hacemos y opinamos, ni pueden contrastar posiciones antes de los plenos y se termina el pasteleo que tan buenos resultados les ha dado en épocas anteriores.
Se avecinan tiempos de control, la ley de estabilidad, la obtención del coste de los servicios, la ley de transparencia, la información trimestral a los órganos de control y la apuesta decidida de la administración central por la sociedad civil, serán campos nuevos para todos donde la política se verá reflejada en la gestión y donde habrá información pública exigida por ley. Se terminó la época donde el ayuntamiento no tenía penalización por no presentar las cuentas y se terminó eso de contar al ciudadano lo que quieres porque no tiene fuentes para contrastar la información. Formamos parte de la sociedad de la información de las redes sociales, donde los políticos antiguos se mueven mal a pesar del esfuerzo del partido.
Participa La Cabrera quiere trabajar por La Cabrera sin siglas , sin modelos preestablecidos , pero con la necesidad de la participación de los vecinos, de ahí que estemos a favor de explicar las diferentes situaciones que se producen en la vida pública y publica, tiene que ser igual a transparente y compartida.