Esto no es un resumen del pleno, lo haremos. Esto son unas reflexiones que nos ha provocado el último pleno.
Fue un pleno tenso, duro y correoso, una muestra de que todos los grupos políticos tenemos interés en cambiar de dirección las energías que mueven este pueblo y este ayuntamiento. No queremos, ninguno, más de la misma receta porque vemos que no vamos por buen camino. Pero de momento no encontramos ese camino común.
La primera divergencia se produce por la ordenanza de publicidad. El equipo en el gobierno presenta una ordenanza para regular la publicidad en el municipio, el grupo de concejales de Participa la Cabrera manifiesta que votara en contra porque argumenta que el contenido de la misma no cumple unos mínimos, ni en forma ni en contenido, faltan muchos conceptos que no están recogidos en la misma , no se ha visto en la comisión de hacienda, simplemente fue comentada, porque estaba sin finalizar y sobre todo y lo más importante es que no evita la responsabilidad subsidiaria del ayuntamiento ante cualquier incidente una vez concedida. No estamos de acuerdo en que por hacer las cosas deprisa, sin planificación, sin documentación y sin tiempo para su estudio, se comprometa la responsabilidad del ayuntamiento y la del anunciante, aspectos que deberían estar resueltos desde hace años.
Tardaremos algún tiempo en demostrar que no se puede crecer sin organización y organizar requiere una metodología común, elaborar un método para desarrollar los asuntos públicos del que obtengamos un resultado que garantice que las decisiones que estamos tomando no son experimentos, que tienen vocación de permanecer, no podemos hacerlo con la mentalidad de que “si acaso ya lo cambiaremos después”.
No, tenemos que profesionalizar las formas y métodos de trabajos para que nadie tenga que interpretar las normas y para que nadie pueda tomar una u otra decisión dependiendo de si el afectado es un amigo o enemigo. La norma, cualquiera, no puede ser interpretable, tiene que ser clara y concisa, el anunciante, o cualquiera, tiene que saber qué se le pide, qué se le exige y qué derechos le reporta.
Las discrepancias que se producen en los plenos, en algunas ocasiones, tienen más que ver con la forma que con el fondo de lo que tratamos, aunque en muchas ocasiones son ambos conceptos los que ocasionan un desencuentro aún mayor, como de hecho ha pasado en este último pleno, donde pareció, en algún momento, que hablábamos idiomas diferentes. No es malo, ni preocupante, no es más que tendremos que llegar a acuerdos de cómo nos relacionamos, de cuáles son los hitos, incluso de qué entendemos cada uno, aunque estemos diciendo la misma palabra. En el pleno anterior, nos dimos cuenta de que el concepto “proyecto “no significaba lo mismo para unos y otros, en éste nos hemos dado cuenta de que la palabra” relevante” también es diferente para el que la pronuncia que para el que la escucha, la palabra “nosotros” está referida al grupo político, casi nunca al conjunto de la corporación, “ayuntamiento” lo asociamos al equipo de gobierno, “oposición”, simplemente, a los que han perdido las elecciones, etc.
No es más que un proceso de ajuste, que estaría solucionado si el alcalde aplicara eso que llaman “liderazgo” y mantuviera reuniones frecuentes con todos los miembros de la corporación con representación política, donde se pensara, hablara y debatiera como equipo y donde todos nos sintiéramos útiles y necesarios, porque todos tenemos cosa que aportar, incluidos sus concejales.
Esta corporación debería de hablar de “políticas”, de proyectos, de trayectorias, pero no quieren hablar de futuro. Tampoco quieren recordar el pasado, aunque solo sea para no repetir errores, solo quieren resolver el día a día, cubrir el expediente.
Pero necesitamos recordar el pasado, saber de dónde venimos y en este pleno hemos comenzado hablando del pasado, Participa ha presentado un informe comparativo, para conocer, con datos, lo que era La Cabrera en la primera década del 2000, lo que por desgracia, no sabemos es como era el ayuntamiento porque su soporte contable no tenía ninguna garantía ni fiabilidad.
Hoy, aún no sabemos con certeza, cuál es el patrimonio local ni su valor, pero sabemos lo que se ingresa, gasta, invierte, etc. con una contabilidad normalizada desde hace un par de años, por lo que hemos dejado de aparecer en los informes de control de la Cámara de Cuentas. Vamos avanzando
También en este pleno se ha denunciado que el equipo de gobierno no es capaz de poner en marcha las mociones y acuerdos aprobados, no sabemos si por incapacidad o por desidia, y esto es una irregularidad que igualmente habrá que superar si queremos no hacer el ridículo ante los vecinos.
Y no podemos quedarnos indiferentes, nos sentimos frustrados, por haber sacado adelante iniciativas que todos consideramos necesarias, se han aprobado por toda la corporación, trabajado en las mociones, en los argumentos, en el debate, para después, meterlas en el cajón de “no me acuerdo”.
Tampoco nos sentimos cómodos, teniendo que hacer esa labor de fiscalizar cada día, si han cumplido o no con sus deberes
Se recrimina a la oposición en pleno de no acudir por el ayuntamiento, de no aportar ideas, como si no estando físicamente en el ayuntamiento no se trabajara.
Si se hace un repaso a las mociones presentadas, a los documentos elaborados y a las aportaciones en las comisiones, esta acusación no se sostiene
Lo que está haciendo la oposición, toda, es trabajar de otra manera y en donde lo tiene que hacer, en los plenos, en las comisiones y en la elaboración y desarrollo de propuestas.
Y está desmontando ideas arraigadas, como que “estamos como todos los pueblos”, “hacemos lo mismo que otros pueblos”, “hacemos todo lo que podemos”, “tenemos un ayuntamiento saneado”
Tenemos que formar un equipo que se entienda y que deje atrás cuestiones partidistas y cotidianas.